Regreso a ninguna parte

Poesía meditativa.

A nivel del suelo,

con las piernas cruzadas,

los párpados cerrados,

los ojos bien atentos,

con mi mente luchando

por callar las palabras.

El silencio de la noche

a mis oídos alcanza.

Siento la excitación de mis nervios

y el latir acelerado en mi pecho.

La zona frontal de mi cerebro

es un centro donde todo gira.

Percibo el recorrido del aire,

a mi pulmones contraerse y dilatarse,

mas ya no soy yo el que respira.

Me he vuelto un tercero extraño a mi cuerpo

que ajeno a mí continúa su vida.

Abrí los ojos en completa calma

y volví a encontrarme en una mente cuadriculada.

Cuán extraña y lejana la experiencia

de haberme librado, por un momento,

de la temporal existencia.