Soplan los vientos
sobre desiertos asfaltados.
Suenan los truenos
entre instantáneos relámpagos.
Contra metálicas cumbres
estallan zeústicos rayos.
Se inundan las calles,
se llenan de charcos.
Furiosa es la naturaleza
cuando la tempestad se presenta.
Ante el tiempo caótico,
cobijo y paciencia.
Entre las aguas de los cielos
el águila imperial emprende su vuelo
al encuentro del robusto roble
entre cuyas ramas abrigarse
junto a la manada vacuna
que bajo sus hojas se guarda.
A la espera del estelar firmamento
y de los rayos de Sol reflejados
por la ladrona menguante,
duerme el águila sobre la manada
mientras danzan las hojas sujetas
a las cimbreantes ramas.