Vida y voluntad

La voluntad de conservación es el carácter definitorio de la vida.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, en la primera acepción de la palabra, voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Además, tiene otras once acepciones (http://dle.rae.es/?id=c2gSOgP), pero ninguna de ellas proporciona un significado completo y acertado de este concepto. La voluntad no es una facultad más del ser volitivo, sino que es su esencia, la característica más definitoria de su naturaleza. La voluntad es la singularidad común a toda forma de vida. Por ello la expresión voluntad de vida constituye una tautología. La expresión voluntad de sobrevivir, sin embargo, sí es válida, en tanto que una voluntad de morir también es posible, aunque ésta nos sea más extraña. El suicidio, el acto más extremo en que puede incurrir una forma de vida al manifestar una voluntad de morir, no es exclusivo del ser humano ni de los mamíferos, pues puede darse también en otras especies de animales. En este sentido, es discutible si en una planta sería posible que existiera una voluntad de morir.

Sabemos que los árboles también mueren, y a veces mucho antes de alcanzar su esperanza de vida natural, dejando a un lado la intervención humana (la tala de árboles). ¿Qué papel desempeña el propio árbol en su muerte prematura? ¿Actuaron sus células con conocimiento de la proximidad de la muerte? ¿Aceleraron el proceso o trataron de evitarlo? Las plantas también cuentan con un sistema inmunitario frente a las amenazas patógenas. Cuando la amenaza es grave, el árbol puede llegar al extremo de sacrificar sus propias células, o incluso ramas enteras, para tratar de salvarse. Pero si aun así su muerte es inevitable, sus células terminarán aceptándola justo antes de la caída.

Obviamente las formas de voluntad que puedan manifestarse en las plantas son más elementales que las que puedan manifestarse en los animales. Mi tesis es la siguiente: la voluntad de las plantas ocurre a un exclusivo nivel celular, mientras que la voluntad de los animales ocurre a un doble nivel celular y supracognitivo, inconsciente y consciente.

La voluntad es el medio que tiene la vida para la conservación de la propia forma en primer término, y en última instancia para la autoliquidación en aras a la conservación colectiva de la vida más allá de la propia forma. Téngase en cuenta que la muerte es condición necesaria para la vida. Sin aquélla no habría ésta. La voluntad de morir es tan natural como la de sobrevivir. Ambas son necesarias, aunque la voluntad de morir tan sólo se da en el momento final, mientras que la voluntad de sobrevivir se da desde el nacimiento hasta ese momento final. Ambas formas de voluntad pertenecen a una voluntad colectiva superior, la voluntad de conservación de la vida.