¿Oyes los tambores sonar?
¿Ves la rueda girar?
¿Sientes los colores tornar
en su vasta melodía sin cesar?
¿Percibes su influjo sobre ti
al fluir por la eterna profundidad?
Su caricia excita a la conciencia más tranquila,
a través de inconscientes hilos invisibles,
cuando más lo necesita.
muy bueno
Me gustaMe gusta