Un nuevo día ha llegado,
suenan las campanas de los santuarios.
Un nuevo comienzo ante nosotros se abre
por caminos hasta ahora inexplorados.
¡Así es, amigos!
Extenso es el polvo que aún hemos de mover.
Son muchos los senderos sin pisar
que esperan la huella de nuestros pies.
Ávido por emprender la marcha,
con paciencia el caminante deja su rastro,
con su ritmo marcando su destino,
atento a todo lo que encuentra a su paso,
con su sombra siempre a su lado.
ME GUSTA
Me gustaMe gusta